Cuando en 2002 decidimos abrir un restaurante, pensamos en el tipo de local al que a nosotros nos gustaría ir a comer o cenar.
Debería ser un lugar alegre, alejado de etiquetas y del que saliéramos satisfechos por haber tenido variedad para elegir, porque la comida estuviese rica y porque las cantidades fueran generosa.
En el mes de julio de ese año, un día muy caluroso por la tarde abrimos las puertas de Con 2 Fogones, de una manera discreta, con ciertos nervios (no vamos a negarlo), pero con la tranquilidad y la satisfacción de estar abriendo las puertas del restaurante que queríamos compartir con vosotros. Y con el objetivo claro de crecer junto a quienes vinieran a pasar su tiempo entre nosotros, para adaptarnos a sus gustos y preferencias.